domingo, 5 de marzo de 2017

El viejo Citroen



  Era una tarde de domingo por la tarde en mayo, y mi padre me quiso hacer un regalo por mi cumpleaños numero 20. Estaba ansioso y esperaba algo espectacular. Pero yendo al patio mi padre me mostró su viejo Citroen CX del 85 y me dijo que ahora era mio. Al principio no veía con ánimo mi regalo ya que lo encontraba muy viejo y no le encontraba utilidad. Para no decepcionar a mi padre decidí subirme andar en el recorrer la ciudad. Antes le fui a echar combustible en el servicentro mas cercano y de ahí empezó mi recorrido por la ciudad con mi "gran regalo".
  Apenas comenzó mi recorrido cambió totalmente mi opinión sobre el auto. Me di cuenta que funcionaba de maravillas y que pese a los años estaba como recién salido de la fabrica. Durante toda la tarde recorrí casi toda la ciudad entera y me hizo acordar de mi niñez cuando mi padre nos llevaba a mi y a mis hermanos mayores al parque cuando eramos pequeños. Fue un momento nostálgico y maravilloso.
  Al llegar la noche llegué con mi auto al Cerro San Cristóbal y me detuve en un mirador donde me baje y empecé a tomar una botella de Pepsi al lado de mi auto mirando las estrellas, recordando los buenos tiempos.
  

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