martes, 7 de marzo de 2017

El viejo y su guitarra

  

  Era una tarde soleada de octubre y don Rafael se despertó muy animado de su tradicional siesta vespertina. Era un hombre soltero, sin hijos y nunca tuvo una relación amorosa, puesto que el no sentía necesidad de una familia. Lo único que le importaba era trabajar en su taller y tocar su amada guitarra eléctrica. Era una Gibson Les Paul blanco con negro del año 68 y según el, le perteneció a Duane Allman de  The Allman Brothers Band. No se sabe si la historia es verídica o no, pero a don Rafael le gustaba tocar su guitarra, era una verdadera armonía y paz y mas aun, con un buen cigarro en su boca y su sombrero de vaquero, el cual fue heredado de su padre. Tocaba canciones de country, rock clásico estadounidense y también música chilena como Los Jaivas, Los Blops y Los Ángeles Negros entre otras bandas. Pese a que nunca perteneció a una banda, ni desarrollar una carrera musical en solitario, amaba tocar su guitarra ya que le hacia olvidar todas las tensiones de la vida cotidiana, permitiéndole viajar a otros mundos con las bellas melodías de su amada guitarra, siendo el rey de la música por un buen rato.

1 comentario:

  1. me interesó el personaje , pero muy sucinto el cuento ; se qyeda uno repentinamente sin un guía que lo oriente

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