lunes, 6 de marzo de 2017

Mi hermana, la gimnasta


  Era una tarde de un jueves de agosto y llovía mucho en la ciudad. Ese día acompañé a mi hermana menor Rocío de 18 años a su entrenamiento de gimnasia artística en el Centro de Alto Rendimiento. Practicaba ese deporte desde los 5 años y desde entonces ha ganado varios torneos a nivel escolar, regional, nacional e internacional, pero lo que mas anhelaba era ganar un torneo internacional representando a Chile. Después de vestir su malla de gimnasta empezó a entrenar sus ejercicios diarios; Primero saltos, en el cual mejoraban sus flic flacs de manera espectacular, después asimétricas, las cuales eran su elemento favorito, e incluso después de entrenar se subía de nuevo a ellas. Luego le tocó subir a la viga, su aparato mas complicado ya que le costaba mantener el equilibrio. Al final le tocó el suelo y con una música de Beethoven, realizó una hermosa rutina en el suelo. Al finalizar los entrenamientos y después de cambiarse, se acercó a mi y me dijo ¿lo viste, Marcelo? "Estuve genial" "Si si si, genial" le respondí de manera consensuada ¿y eso no mas? ¿Ni una felicitación? me preguntó extrañada "Felicidades, lo hiciste bien" le respondí dando la lata. "mmm, que aburrido eres. Oye te propongo algo" me dijo Rocío. ¿Que cosa? Le pregunté. "Si gano el all around de mi próximo torneo me compraras toda la ropa que quiera en el mall" "Ya, esta bien" le contesté, creyendo que no sería capaz de ganar el all around.
   Y el día del torneo llegó y mi hermana estaba preparada con su malla de competencia. La vi con una actitud muy confiada, muy segura de si misma, algo que jamás vi de ella antes. Primero empezó con saltos y allí logró una puntuación de 15.100, después en paralelas obtuvo un 15.200, en viga 14.800 y en suelo 15.100 ganando la competencia all around. Después de la premiación, se acercó a mi y me dijo "Debes cumplir tu promesa, hermanito, mañana nos iremos de compra" "Esta bien" le respondí y "aparte como regalo te traigo esto", y ella abrió el paquete que le traje y en este había una pulsera de plata pura con la cual se maravilló, me beso en la mejilla y me dijo "Gracias hermanito, te quiero" y terminó su jornada haciendo sus piruetas rombo al automovil con una bella luna llena de fondo.



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